Desmitificando al gudja y su aprendiz.

Hails jah Haila.
ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.
Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!
ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!.
 
Cuando escuchamos la palabra Guðja, del idioma Gótico = Gutizka Razda, o Goði, del nórdico antiguo, seguramente pasa por nuestra mente un arquetipo conocido, y en gran medida, difundido por el imaginario colectivo del heathendom. Algunos se imaginan a un ser siempre solemne que guarda celosamente los secretos de la Tradición, mismos que sólo comparte con un grupo selecto igual de misteriosos que él…
 
¡Tonterías! Es necesario “descristianizar” el concepto para no caer en esto.
Como ya se ha mencionado en otros artículos, el Guðja o Goði es una persona dedicada a la Tradición, la cual, tiene muchas obligaciones de carácter vitalicio (tal como lo es su puesto), estas obligaciones las desempeña a la par de su vida cotidiana, son un reto extra a su día a día.
 
Un auténtico Guðja no hace negocio enseñando nuestra fe, tiene un empleo u oficio y no anda por la vida mostrando diplomas o reconocimientos que lo avalen como tal (aquí no hacemos eso).
 
¿Entonces qué te hace un Guðja? tu comunidad. El proceso no tiene nada extraño. Estudias todos los aspectos de la Tradición, investigas, aprendes, creces como persona, maduras y esa dedicación te conecta con personas que tienen más experiencia que tú, porque eso es lo que se necesita para fortalecer a los nuestros, personas comprometidas.
 
Pondré un ejemplo simple, un día vienes al foro por mera curiosidad y, tiempo después, sientes el impulso de contribuir con traducciones, textos de tu autoría, mentorías y demás cosas que crees que hacen falta; ahí es cuando pasas de ser un mero espectador a un futuro líder.
La iniciativa en este camino es crucial.
 
¿Cómo se premian los méritos en este camino?
 
Bueno, si lo que buscas es un grupo motivacional que te aplauda por cada cosa buena que haces pues… quizás te frustres un poco. Verás, los méritos son como los bienes, es decir, la consecuencia del trabajo y la buena administración.
 
La razón por la que a veces mencionamos los logros de Guðjas veteranos (cosa que no debería molestar a nadie) es porque queremos dejar en claro de quién aprendimos. Esto lo hacemos porque creemos que es necesario informar a la gente de estos detalles para que los charlatanes no se adornen con el esfuerzo ajeno.
 
Volviendo al tema de los méritos, todo se resume en que aquí se destaca en la medida de lo que aportes a la comunidad heathen (y no me refiero a nada que tenga que ver con dinero). No esperes ser reconocido sólo por tus habilidades extrasensoriales, por comentar un par de textos, tener sueños lucidos proféticos o por ser muy bueno haciendo artesanía con temática germánica, eso es personal.
Aquí se valora el trabajo constante y los proyectos desinteresados.
 
Debemos contribuír a la comunidad heathen fortaleciendo lazos y respetando las diferencias de las ramas sin demeritar lo nuestro, esas son las bases del Oðinnismo, de lo que somos.
 
Quiero recalcar que cuando hablo de contribuir a la comunidad heathen me refiero a difundir la información desinteresadamente y fomentar relaciones respetuosas con las demás ramas del heathendom (gracias a éste trabajo hemos conocido personas maravillosas y dedicadas). Las diversas ramas del heathendom podemos tener diversas interpretaciones sobre el funcionamiento del Yggdrasil pero compartimos precisamente esos multiversos porque somos parte del mismo árbol.
Si alguien me preguntara sobre mi papel en esta comunidad, yo le respondería que soy una mujer aprendiz de gudja (pertenezco a la nueva generación, con todo lo que ello implica) porque, efectivamente, estoy aprendiendo de alguien en quien he depositado mi confianza debido a sus acciones, el Guðja Hoen Falker.
 
Quiero dejar claro que aquí nadie sigue ciegamente a otra persona, todo se hace con plena conciencia y a reserva de que, si un día ese ser se desvía del camino, nosotros no seguiremos sus errores, de hecho, estamos obligados a enmendar el mal que él o ella haga, porque esa es nuestra obligación como Guðjas, proteger la Tradición.
 
Ser aprendiz de Guðja no te da estatus, no es un título honorífico para adornar tu ego ni una identidad de juego de rol, es lo que nos identifica como personas comprometidas con la Tradición incluso más allá de la muerte.
 
Nuestro espíritu jamás encontrará reposo si los dioses así lo disponen, porque ser sacerdote no solo implica hacer ceremonias o tener experiencias místicas; somos los que se deben quedar de pie si un día las cosas se ponen difíciles para nuestra fe. Nosotros juramos lealtad a los dioses y les entregamos algo más que esta vida.
Por esta razón es por la que los Guðjas de verdad tienen la confianza de la comunidad, porque entendemos lo difícil que puede ser el camino y los sacrificios personales que esas personas hacen sin esperar aplausos ni diplomas; muchos claudican en el camino y eso es válido, estás funciones no son para todos.
 
Otros siguen adelante con dificultades, trabajando cada día para su clan, su familia y su tribu.
No todo practicante está obligado a ser Guðja (conviene saber que hay varios tipos de Guðjas y de familias, nosotros somos muy diversos y eso nos hace fuertes).
Un aprendiz de gudja puede ser un joven en proceso de maduración emocional o un adulto mayor en proceso de reestructuración.
 
En cualquiera de los dos casos, el título denota aprendizaje y reconstrucción de valores, sobre todo para los que llegamos a este camino en busca de aquello que no encontramos en otros.
 
El ‘aprendiz de Guðja’ se llama así porque, como su nombre lo indica, está aprendiendo a contribuir a su comunidad mientras madura espiritualmente y encuentra su equilibrio, cualidades que le permitirán desempeñar sus funciones de manera óptima.
 
Lo demás, lo místico, por llamarlo de alguna forma, es de carácter personal y muchas veces preferimos mostrarlo bajo la forma de poemas o creaciones artísticas; nuestra gnosis personal inverificable no tiene por qué ser de dominio público, a menos que se pretenda compartir una enseñanza valiosa.
 
Cuando tengas dudas sobre la calidad como persona de un Guðja, vigila el comportamiento de la comunidad que gestiona ¿hay un ambiente respetuoso? ¿qué tanta confianza tienes para resolver tus dudas dentro de ese espacio? ¿cómo son sus aprendices? ¿qué tipo de información comparte? ¿qué tan importantes son las palabras en su círculo?
 
Antes que ser un erudito, ser conocido por otros países y publicar material impreso, un Guðja debe ser digno de confianza.
En mi caso, me conoce poca gente pero esas personas son muy importantes para mí.
 
Tengo aproximadamente 15 años participando activamente en esta comunidad.
Para mí tiene mucho valor que un experto me confíe su obra para traducirla o que líderes de otras ramas del heathendom me permitan aprender un poco de ellos, esas son cosas que uno lleva en el corazón como la llama del hogar tras una larga caminata en el frío.
 
Sin ánimo de entrar en polémica, quiero aclarar por último que somos Oðinnistas, no Asatrú. Tenemos nuestra identidad definida y una forma propia de administrar y hacer las cosas.
 
Cada rama del heathendom tiene su manera de trabajar, por lo tanto, nosotros lo hacemos tal como pueden observar en este foro.
 
Ninguna rama del heathendom tiene la autoridad para regular algo que no sea lo suyo, aquí no “evangelizamos” a nadie ni permitimos que otros vengan a transformar nuestra espiritualidad bajo sus parámetros.
 
El camino a la paz es el respeto y eso es algo que procuramos cuidar en este espacio.
 
Gutané Jér Weiháilag.
ᚷᚢᛏᚨᚾᛖ ᛃᛖᚱ ᚹᛖᛁᚺᚨᛁᛚᚨᚷ.
 
Selene Ortiz Vázquez.
ᛊᛖᛚᛖᚾᛖ ᛟᚱᛏᛁᛉ ᚢᚨᛉᚲᚢᛖᛉ
H.O.S.F.
ᚺ.ᛟ.ᛊ.ᚠ.
México.
ᛗᛖᚲᛊᛁᚲᛟ.