Ritual Odinista de sanación.

Hails jah Haila.

ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.

Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!

ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!.

Lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de la sanación es seguramente uno de los Encantamientos de Merseburg, los cuales fueron transcritos a modo de glosa sobre una liturgia, en algún punto del siglo X y por razones que no quedan muy claras.

 

El primer párrafo nos menciona el accidente del caballo y todos los dioses que participan en la sanación del mismo, en la segunda, se puede observar la construcción del conjuro que utilizó Odín (llamado Wotan) para sanar al animal:

 

Phol y Wotan

cabalgaron hacia el bosque.

Cuando el potro de Balder

se torció la pata.

 

Entonces Sinthgunt la conjuró,

(con) Sunna su hermana;

entonces Frijo la conjuró,

(con) Volla su hermana;

entonces Wotan la conjuró,

como (sólo) él podía hacerlo:

 

Como un esguince de hueso,

así esguince de sangre,

así un esguince en la articulación:

¡Hueso a huesos,

sangre a sangre,

articulación a articulaciones,

para que puedan ser encolados!

 

Quienes participan en el ritual de sanación son cinco dioses; Sinthgunt y su hermana Sunna, Frijo (Frigg) y su hermana Volla, y finalmente Wotan (Odin), que es el único cuyas palabras se expresan específicamente en el texto, sin embargo todos los mencionados hacen algo llamado “conjuro”.

 

¿Pero cómo se hace un conjuro según este brevísimo texto?

Se nos dice que todas las mujeres participantes “conjuraron” la pata del caballo herido, pero solo se muestra de manera explícita el diálogo del Allfather, en el que prácticamente ordena a la carne, la sangre y los huesos a que vuelvan a su lugar original.

 

Pero detengámonos aquí un momento ¿qué quiere decir eso de “conjurar”? Verán, cuando alguien utiliza el poder de las palabras, hay una acción o efecto en consecuencia. En la Tradición, decir es hacer, entonces, el verbo “conjurar” es  la facultad para hacer resonar las palabras sobre aquello en lo que está enfocando la energía. Aquí es donde el usuario de galdr (también llamados “tejedores de palabras”) canta su conjuro mientras realiza un ritual de sanación.

 

Hay que poner atención a la forma en la que se refiere a cada parte involucrada en el terrible accidente, él habla de tres esguinces, el de hueso, el de sangre y el de articulación, los cuales no son otra cosa que la interrupción de la continuidad de una extremidad. No es como si la sangre se pudiera “romper”, pero su cauce natural por nuestras venas se ve interrumpido si algo altera una vena o arteria, mismo caso ocurre con los huesos y el músculo. 

 

Por lo tanto, la lección que nos deja Odin en este conjuro es la importancia de observar todo aquello que involucra una enfermedad o, como fue el caso, un accidente, además de que su trabajo se hizo en conjunto con otras personas ahí presentes que pusieron su Maegen con la intención de sanar al caballo.

Otro texto igual de relevante para conocer los rituales de sanación es el anglosajón Lacnunga (remedios), del siglo X, donde se mencionan los usos de nueve hierbas medicinales, pero además, tiene como figura central nuevamente a Odín como sanador.

 

“Una serpiente vino deslizándose,

y sin embargo no mató a nadie,

porque el sabio Woden tomó

nueve ramitas de gloria, 

e hirió a la serpiente

que voló en nueve partes.”

 

Las “nueve ramitas de gloria” no son otra cosa que nueve hierbas que tradicionalmente se consideraban medicinales, el texto menciona las propiedades de todas ellas así como los nombres por los que se les conocía en la antigüedad, pues a final de cuentas todo el texto es un tratado de medicina hecho poema.

En el poema mencionado también se habla de diversos “venenos” que suelen atentar contra la salud de las personas, y, por supuesto, habla de las plantas que pueden usarse para contrarrestarlos.

 

Pero es justo al final cuando todo se torna aún más inquietante:

 

Si algún veneno viene volando desde el este,

o alguno viene del norte,

o cualquiera del oeste sobre la gente.

 

Cristo se levantó sobre la enfermedad de todo tipo,

sin embargo, solo yo conozco

el agua corriente,

donde guardan las nueve serpientes.

Ahora, que todas las plantas surjan,

reflujo de los mares,

toda agua salada,

cuando sople este veneno fuera de ti.

 

El texto original está tan completo que incluso menciona la receta del ungüento mágico hecho de 9 hierbas y el modo en que debe administrarse sobre el paciente, pero lo más destacado es que incluye la figura del galdrman, pues, segun el texto, es él quien debe “cantar” en la boca, los oídos y la herida del enfermo.

 

En el Encantamiento de las Nueve Hierbas se mencionan las siguientes plantas con propiedades medicinales, sin embargo, la traducción del texto ha generado debates respecto a la identidad de algunas de ellas, por lo tanto, esta lista debe debe tomarse con cautela: artemisa (una), plántago (wegbrade), berro de agua (stune), ortiga (urtica), betónica o equinacea (attorlaþe), manzanilla (Mægþe), manzano silvestre (wergulu), tomillo (fille) e hinojo (finule). Conviene aquí estudiar a fondo las propiedades de cada una.

 

Entonces, si sumamos lo que hemos aprendido de estos “encantamientos”, nos podemos hacer una idea de cuáles son los elementos que necesitamos para llevar a cabo un ritual de sanación.

 

Ya sabemos que es algo poderoso si se realiza en equipo o familia, también que a la hora de mencionar el malestar se debe conocer primero en qué consiste porque a partir de ello se construye el encantamiento. Aquí no es un simple “levántate y anda”, el Maegen solo puede usarse con efectividad si se tiene una idea clara de lo que se está combatiendo.

 

El ritual.

 

Si el enfermo aún se puede mover, debe colocarse encima de la mitad de una manta blanca de su tamaño (la manta debe poder envolverlo por completo). El o la gudja dibujará su contorno con pintura vegetal roja y además lo rodeará con aserrín. La función de esto es ayudar a crear un doble energético con el que se trabajará para la sanación de la persona. La manta y el aserrín, por su parte, serán los medios para canalizar el daño.

 

Una vez que el Lich está “sellado”, es hora de trabajar con los dioses para pedir por la recuperación de la persona. Justo en la boca del estómago del enfermo, con la misma tinta utilizada para marcar su contorno en la sábana, se dibujará un bindrune compuesto por las runas uruz (convoca la fortaleza y el impulso por vivir), laguz (potencia la calma) y sigel (aporta vitalidad). En este punto el brasero ya tiene que estar encendido con las hierbas seleccionadas para tratar el mal de la persona. 

En el proceso de curación intervienen tres tipos de sustancias; las líquidas son como un té que se hace para rociar a la persona, las gaseosas son el humo que resulta de la combustión de hierbas en el brasero y las sólidas son las pastas o ungüentos que se colocan en la piel del enfermo, todo esto dependerá del mal a tratar.

 

En posición de alguiz, el o la gudja convocará al fuego sagrado y a los dioses. Se coloca el brasero encendido a los pies de la cama, que es desde donde se dirigirá el ritual.

 

Convoco al Fuego Sagrado,

que arde en toda existencia,

que se queme todo lo que supura,

que se purifique aquello que aún palpita.

Que el calor de vida no abandone,

ninguna extremidad u órgano,

fluya todo en la mayor armonía,

para que siga el individuo su cometido.

.

Convoco a los tres dioses creadores,

Vidrir (Odín), Vili (Hoenir) y Vé (Lodur),

pues de la madera hicieron emerger,

al Ask y Embla primigenios.

Que el Önd permanezca armónico en este cuerpo,

que su soplo no claudique a media lucha,

siga corriendo el aire por cada poro,

muévanse las corrientes en espiral.

 

(Se sopla tres veces sobre el cuerpo con un abanico de plumas de cisne, cigüeña o cuervo).

 

Conjuro ante ustedes esta madera,

para que se vaya con ella toda corrupción,

que el rayo de vitalidad se extienda,

en cada vena de la cabeza a los pies.

 

(Se toca el aserrín esparcido  alrededor del enfermo).

 

Conjuro ante ustedes esta sábana, 

para que absorba el daño del Lik hasta la última capa,

que se deshagan los nudos en el tejido vital,

que el movimiento vuelva a la normalidad.

 

(Se toca la sábana sobre la que está el enfermo).

 

Convoco a Frey, a Gerd, a Freyja y a Gullveig

seres de gran poder,

solo ustedes comprenden los secretos

que el Maegen esconde a través del galdr.

Que el dolor no doblegue a este espíritu,

que no haya exceso de calor o frío,

por todos los curanderos que han existido,

pedimos su sabiduría para remediar este mal.

 

(Se coloca un trozo pequeño de ámbar sobre el ombligo que al final se retirará).

 

Conjuro ante ustedes este brebaje

para que el yaciente regrese del trance

sea la luz de los elfos su guía de vuelta,

si por sufrimiento se ha perdido su mente.

 

(Se alza el bowl con un compuesto herbal adecuado a las necesidades del enfermo. Se debe aspersar el cuerpo con una ramita mientras se recita esta parte).

 

Convoco a Eir, la generosa,

señora que custodias la Lyfjaberg,

junto a las grandes sanadoras,

guardas la cura para todo mal.

 

Potencia todas las máximas propiedades,

de estas hierbas que consagramos ante ti,

para que este filtro sane en todos los niveles,

al convaleciente que está postrado aquí.

 

(Se colocan y atan en los pies dos almohadillas rellenas con las nueve hierbas mencionadas arriba).

 

Conjuro ante ti la sangre de este cuerpo,

que salga por la herida todo maleficio o enfermedad,

sea cual fuere su origen infecto,

de agua, aire o tierra fatal.

 

(El o la gudja hace un corte pequeño en un dedo del enfermo y deja que caigan algunas gotas de sangre en el bowl).

Convoco a los ancestros de este individuo,

a todos los que sufrieron el mismo mal,

cortemos juntos el hilo de la enfermedad,

no le persiga más el infortunio ajeno.

 

(El o la gudja corta unos hilos o listones y los hecha al fuego del brasero).

 

Finalmente tapan al enfermo con la otra mitad de la manta (cuidando que pueda respirar) y queman resina de pino en el brasero de manera que suelte humo. Deben darse tres vueltas alrededor del enfermo mientras se cantan los nombres de los dioses convocados en el ritual.

 

Luego de esto se agradece a los dioses y se deja una ofrenda (junto con el ámbar usado en el ritual) para ellos en el altar, pidiendo por la salud del enfermo y su pronta recuperación.

 

La persona, con ayuda si es necesario, deja por fin la sábana y el o la gudja se llevan la sábana con el aserrín  a un lugar donde estas cosas puedan quemarse, pidiendo al sagrado fuego por la recuperación de la persona.

 

Gutané Jér Weiháilag.

ᚷᚢᛏᚨᚾᛖ ᛃᛖᚱ ᚹᛖᛁᚺᚨᛁᛚᚨᚷ.

H.O.S.F.

ᚺ.ᛟ.ᛊ.ᚠ.

México.

ᛗᛖᚲᛊᛁᚲᛟ.