Ritual Odinista para una boda: la Liuga.

Hails jah Haila.

ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.

Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!

ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!

 

Sabemos que las palabras son importantes en la Tradición, por lo que es de sabios utilizar los términos adecuados para designar la unión de dos personas bajo los principios morales de nuestra espiritualidad.

 

            En castellano hay tres formas comunes para nombrar este evento; matrimonio (que viene de “matriz”), boda (que viene de “voto”) y esponsales (que viene del latín “spondere”, palabra que tiene connotaciones legales pues implica la firma de un compromiso).

 

            Dicho lo anterior, llegamos a la conclusión de que la palabra más adecuada en español para estos casos es “boda”, pues al provenir de “voto”, el concepto se acerca más a nuestra percepción de este tipo de compromisos, ya que, en esencia, una boda en el Odinismo Visigótico que practica la Hermadad Odinista del Sagrado Fuego H.O.S.F.= I.O.S.F., no es un convencionalismo social, sino una promesa que hacen dos personas ante los dioses para solicitar la bendición de estos en el proceso de unión de sus respectivos Wyrd y Orlaeg.

 

            En gótico= Gutizca Razda, la palabra más cercana a “boda” es el verbo “Liuga”, que quiere decir “casarse”, por lo tanto, en lo sucesivo, utilizaremos dicho término para todo lo referente a este tema.

           

            Ya dijimos que la Liuga no es un compromiso social, sino espiritual, por lo que no debe tomarse a la ligera ni considerarse una fiesta temática. Recordemos que todo lo que se manifiesta ante los dioses tiene consecuencias, por ello, una boda debe hacerse con plena conciencia, absoluto respeto y madurez; si alguno de los contrayentes no está seguro de dar este paso, es mejor dar marcha atrás que hacer un juramento vacío.

 

            La Liuga es un evento sumamente relevante en la vida de cualquier miembro del Heathendom, pero no es obligatoria. Somos conscientes de que el Wyrd de algunos tendrá la dicha de unirse al de una pareja, mientras que otros caminarán solos sin que ello tenga que ser un problema, porque la vida es así.

 

            En el Odinismo tribal de raíz visigótica que maneja la Hermandad Odinista del Sagrado Fuego (H.O.S.F.), sabemos que las sociedades han cambiado mucho desde que nuestros ancestros se desplazaron por Europa, por lo que no podemos pretender que las bodas se rijan bajo la misma visión de hace siglos. Nuestros ancestros tenían la presión de generar más miembros para sus tribus porque de ello dependía su supervivencia, pero actualmente (para fortuna de muchos) hay condiciones sociales que nos permiten tomar decisiones más libres respecto a nuestra sexualidad. Tomando en cuenta esto, sobra decir que en el Odinismo Visigótico se permiten las bodas entre personas del mismo sexo, así como también se respeta la decisión de una pareja de no tener hijos.

           

            ¿Entonces qué es una boda para nosotros?

Es la unión del Wyrd y Orlaeg de dos personas que han elegido caminar juntas en esta vida. A la pareja se le considera una familia por si sola y ya dependerá de cada caso si su línea de sangre continúa o su legado pasa a alguien más por adopción o herencia.

 

            ¿Pero cuál es el objetivo de una Liuga?

            Cada familia o kuni (clan) debe tener un objetivo ajeno a la reproducción, es decir, cuando se hace un juramento de esta índole ante los dioses, el nuevo hogar que se formará con los esposos debe ir hacia un objetivo que vaya acorde a las 9 Nobles Virtudes. Por ejemplo, un hogar de maestros procurará trabajar en conjunto por la educación de su comunidad; de esta forma, la boda deja de ser un evento egoísta y adquiere aún mayor significado para los ojos de la Tradición.

 

            ¿Se permiten matrimonios con personas de otros caminos espirituales?

            Por supuesto. Si esa persona ha decidido caminar a nuestro lado pese a no compartir nuestras creencias y a sabiendas de todo lo que ello implica, no tiene por qué haber un problema de nuestra parte. Lo único que se debe puntualizar aquí es el respeto a la Tradición y que los practicantes del Odinismo no pueden jurar lealtad a otros dioses que no sean los nuestros (un Odinista no puede “tomar la hostia” ni proclamar la “legitimidad” de un solo dios, por ende, no podría casarse bajo ningún rito abrahámico si es que su pareja pertenece a alguna rama de esa fe, por mencionar un ejemplo).

 

Mucho cuidado con formar lazos bajo la premisa de “cambiar a la persona bajo chantaje emocional”, un heathen tiene un camino definido y la otra persona tiene el suyo, lo único que comparten es el trayecto en esta vida y el amor que logren construir pese a sus diferencias. En caso de haber hijos, debe negociarse antes la educación espiritual que estos recibirán. Sí, aquí fomentamos las conversaciones incómodas previas a la boda, pues es signo de madurez poder hablar con la pareja de estos temas con libertad, si esto no es posible, no están listos para casarse.

           

            ¿Y qué hay del divorcio?

            Bueno, como todo en la vida, a veces por muy sincero que sea un cónyuge, este no puede controlar los sentimientos del otro, o, simplemente, surgen discrepancias que hacen imposible la convivencia entre ambas personas que un día dijeron amarse. Sería hermoso que todas las decisiones humanas fueran acertadas, pero el Wyrd a veces toma caminos sinuosos difíciles de precisar.

 

            El divorcio es algo que ha estado presente en las sociedades nórdicas, germánicas y góticas, sin embargo, lo que importa en esta cuestión es la justicia. Una cosa es que existan desacuerdos en la pareja que les impida seguir su camino juntos y otra es que ambos evadan las obligaciones adquiridas en la boda. Si hay hijos, ambos cónyuges deben cuidarlos, independientemente de que ya no puedan vivir juntos (aquí se rechaza a los padres y madres irresponsables), si hay propiedades generadas dentro del matrimonio, estas se deben repartir justamente. No es válido que alguien perjudique a su pareja bajo la excusa de que ya no hay amor, nuestro código moral lo prohíbe.

 

La Liuga, el ritual.

 

 

El gudja se pone en posición de Algiz, mirando hacia la hoguera del brasero. Los novios se colocan frente a él o ella, tomados de las manos.

 

Gudja:

Convoco a los Ansus, Wanus, Alfar y Jotnar,

A las Nornir que tejen la urdimbre,

Y a los ancestros de (nombre de ambos novios),

Convidados sean en este día de fiesta,

Por el sagrado fuego que arde en toda existencia.

 

¡Hails Weihs Ansjus jah Wanus jah Alfar jah Jotnar!

 

Novios:

¡Hails!

 

El o la gudja toma dos rodajas de madera del tamaño de la palma de la mano (estas pueden contener runas o bindrunes beneficiosos para la pareja). Las presenta ante el fuego y las levanta para que estén a la vista de todos.

 

Gudja:

Así como Ask y Embla

En igualdad de origen compartieron destino,

Sea la madera un recordatorio,

De la misma condición que los une.

Que los traumas generacionales

No enturbien la dicha de su nuevo hogar,

No exista entre ustedes la subordinación

Sino la cooperación y armonía.

 

¡Hails Hoenir, Lodur y Odin,

Creadores de la humanidad!

 

Novios:

¡Hails!

 

El o la gudja guarda estas tablas circulares en una caja y las entrega a los novios, luego llena su copa o cuerno con el licor de su preferencia (hidromiel, cerveza o vino) y los novios hacen lo mismo (al igual que los invitados, en caso de haberlos). Puede haber una persona encargada de esta labor.

 

Gudja:

Sean bienvenidas a esta boda,

Las Nornir tejedoras del Wyrd,

Que los hilos que hoy se unen,

Lleven un destino de dicha o aprendizaje.

 

Novios:

¡Hails Nornir!

 

Gudja:

Sean bienvenidos a esta boda,

Vindrir-Gauts (Odín) y Friddjō (Frigg),

Que la inspiración ayude a los novios a cumplir sus objetivos,

Que el hogar que formen esté siempre bien asistido.

 

Novios:

¡Hails Vindrir-Gauts jah Friddjō!

 

Gudja:

Sean bienvenidos a esta boda,

Fairgunais (Thor) y Sibja (Sif),

Que el martillo caiga sobre cualquier maleficio,

Que la prosperidad sonría a esta pareja.

           

Novios:

¡Hails Fairgunais jah Sibja!

 

Gudja:

Sean bienvenidos a esta boda,

Fráujō (Freyja) y Wōþuz (Oðr),

Que la pasión no ceda al paso del tiempo,

Que las ausencias no sean demasiado largas.

 

Novios:

¡Hails Fráujō jah Wōþuz!

 

Gudja:

Sean bienvenidos a esta boda,

Inggws-Fráuja (Frey) y Gardja (Gerda),

Que la alegría encuentre siempre cabida en casa,

Que los inviernos no perturben la llama.

           

Novios:

¡Hails Inggws-Fráuja jah Gardja!

 

Gudja:

Sean bienvenidos a esta boda,

Balþra (Balder) y Nanþo (Nana),

Que la concordia siempre distinga esta unión,

Que las más altas cualidades siempre los representen.

 

Novios:

¡Hails Balþra jah Nanþo!

 

Gudja:

Seas bienvenida a esta boda,

Helja, guardiana del reposo de los muertos,

Que el final del camino sea pacífico o glorioso,

Que el consuelo llegue si uno debe partir antes que el otro.

 

Novios:

¡Hails Helja!

 

Gudja:

Seas bienvenida Vor,

Señora de los juramentos,

Que lo que aquí se diga resuene ante los testigos,

Que la palabra nunca pierda su valor.

 

Novios:

¡Hails Vor!

 

 

Gudja:

Sean bienvenidos espíritus ancestros,

Alvar luminosos heraldos de la luz,

Dvergar conocedores de tesoros,

Jotnar siempre poderosos,

Bendigan esta boda y celebren con nosotros”

 

Novios:

¡Hails!

 

Dicho esto, se procede a beber un trago del cuerno, copa o vaso que cada uno tenga. En algunos casos se prefiere que los novios compartan la bebida, pero esto es opcional. Después del brindis algunos prefieren intercambiar regalos, pero de no ser el caso, se procede a la alianza.

 

            El o la gudja toma su cuchillo ritual (saksen) y hace un leve corte en la muñeca derecha de ambos novios. Mientras sangran, unen sus muñecas en un saludo a través del anillo de juramentos que sostiene el o la gudja con una mano, mientras con la otra sujeta el bowl, que es donde debe caer la sangre de los esposos además del anillo.

 

 

Contrayente 1:

Yo (nombre) ante los poderes aquí presentes y con plena conciencia, juro honrar este vínculo sagrado. Desde hoy uno mi Orlaeg al de (nombre del cónyuge).

 

Contrayente 2:

Yo (nombre) ante los poderes aquí presentes y con plena conciencia, juro honrar este vínculo sagrado. Desde hoy uno mi Orlaeg al de (nombre del cónyuge).

 

 

Gudja:

Su wyrd esté unido

bajo este juramento de amor y lealtad,

por la sangre derramada.

Sean una sola sangre y un solo ser.

Gutané Jer Weihailag.

 

Con esto se da por terminado el ritual y se puede proceder a un festín o lo que sea que la pareja haya preparado para la ocasión. En esta última parte de la celebración la pareja puede dejar ofrendas en su altar.

           

            Es importante saber que los elementos imprescindibles para oficiar una boda bajo nuestro rito es un bowl y un saksen (cuchillo ritual), los cuales solo pueden ser usados por los gudjas (sacerdotes), por lo tanto, si un Odinista desea celebrar un enlace de este tipo, es imprescindible contar con la presencia de esta figura religiosa.