Los gudjas no hacen milagros.

Hails jah Haila.
ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.
Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!
ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!.
 
 
Un error que creo que es muy frecuente entre los apredices de gudja es caer en el juego de querer convencer a nuestros estudiantes de que lo que hacemos es auténtico, y aquí es donde conviene recordar que nuestra espiritualidad, la Tradición, no se trata de convencimiento (no somos una secta), sino de compartir conocimientos que pueden o no interesarle, por lo que siempre debemos estar abiertos a que alguien diga “lo siento, esto no es para mi”.
 
Verán, en el proceso de enseñanza no es mantequilla untable sobre pan firme, a veces podemos poner todo de nuestra parte y resulta que llegamos a un punto en el que no tenemos la respuesta adecuada para la inquietud de nuestro estudiante, al menos no en el momento. Y, por muy insignificante que suene esto, creo que esta situación nos lleva a una prueba de fe extremadamente importante, pues si el aprendiz pierde el interés en todo lo que le hemos enseñado porque su problema no pudo resolverse cuando lo deseaba, entonces hay dos cosas a tomar en cuenta; no es nuestra culpa y su fe no era auténtica.
 
La parte más dura de entender para un estudiante es darse cuenta de que su maestro, el mítico gudja que el imaginaba, es una persona ordinaria que va al baño como él y no vive de leer runas ni vender hechizos al mejor postor, y, lo que es peor, no conoce todos los misterios de la vida y la muerte, sus rituales no tienen efectos especiales como en el cine y, al igual que los dioses, no es un mago capaz de resolverle la vida. Hay personas que no quieren vivir el proceso, solo vienen por respuestas y se van si no las encuentran.
 
Despertar es difícil, discernir entre lo que imaginamos, lo que deseamos, lo que vamos descubriendo y lo que en realidad ocurre u ocurrió, no es algo que se pueda lograr a la primera. A veces el alumno se frustra y, como nosotros en algún momento, se pregunta si realmente vale la pena tanto esfuerzo. El camino así es.
 
Les voy a contar una breve historia:
Hace tiempo, a través del lo que llamamos Utiseta, aprendí a interpretar señales de otros planos, de repente, todo tuvo sentido, se conectaron los hilos de mi Urd y esos mensajes que de momento llegaban a mi mente se volvieron importantes. Luego aprendí a observar mis sueños y a identificar símbolos con los que mi mente trataba de procesar esas realidades, y ahí entendí porqué me apasionaban algunos temas y de dónde provenia esa devoción por los elfos. Después pude abrazar, comunicar, llamar y conectar con esos otros seres que forman parte de nuestros cosmos germánico. Pero no fue facil, dudé muchas veces, me creí loca y tuve que guardar silencio porque cuando no puedes demostrar eso que percibes, automáticamente te conviertes en un apestado.
 
Lo mismo pasa con los estudiantes. La parte difícil de todo el proceso es que entiendan dónde están parados y cómo funciona el multiverso del Yggdrassil, además de tener que tolerar cada vez que les decimos “eso tampoco me queda claro, pero tú me puedes ayudar a descubrirlo”. Si algo nos caraceriza a los gudjas y aprendices de gudja es que somos muy sinceros, a veces demasiado, para nosotros no es motivo de vergüenza aceptar que no podemos probar algo; no tenemos nada qué demostrar mas que la práctica de nuestras virtudes.
 
Así que, si en algún momento consideran que están fallando como maestros, mejor pregunten a su aprendiz qué es lo que está buscando y expliquenle qué es lo que pueden ofrecerle. La busqueda del conocimiento es más fructífera cuando dos o mas cabezas van tras los misterios de nuestra espiritualidad, pero para que esto funciones es necesario que ambos tengan objetivos compatibles.
 
Más allá de poder influir en el Urd ajeno, hacer conjuntos de runas y hablar con seres no tan ordinarios, la Tradición nos enseña a conocernos, a superar nuestrso retos (que no son pocos), a no estar esclavizados a un ser a cambio de milagros, de hecho, nos enseña a no esperar que todo se resuelva de manera mágica.
 
Los seguidores de esta senda, los Oðinnistas, somos valientes, dedicados, estudiosos, empáticos, trabajadores y mesurados, no andamos por la vida convenciendo a los demás de seguirnos.
 
Si tienes que desgastarte para no perder a tus estudiantes, el que está mal eres tú. Cuando el llamado es auténtico, sobran las preguntas pero nunca las excusas.
 
 
 
Gutané Jér Weiháilag.
ᚷᚢᛏᚨᚾᛖ ᛃᛖᚱ ᚹᛖᛁᚺᚨᛁᛚᚨᚷ.
 
 
Selene Ortiz Vázquez.
ᛊᛖᛚᛖᚾᛖ ᛟᚱᛏᛁᛉ ᚢᚨᛉᚲᚢᛖᛉ
H.O.S.F.
ᚺ.ᛟ.ᛊ.ᚠ.
México.
ᛗᛖᚲᛊᛁᚲᛟ.