Ciclo de dar y recibir

Hails jah Haila.
ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.
𐌷𐌰𐌹𐌻𐍃 𐌾𐌰𐌷 𐌷𐌰𐌹𐌻𐌰.
Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!
ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!.
𐌷𐌰𐌹𐌻𐍃 𐍆𐍂𐌹𐌾𐍉𐌽𐌳𐍃 𐌾𐌰𐌷 𐍆𐍂𐌹𐌾𐍉𐌽𐌹𐍉𐍃 𐌼𐌴𐌹𐌽𐌰.
Sabemos que las relaciones más duradera se construyen mediante un PROCESO NATURAL, donde cada uno ofrece algo en la medida de sus posibilidades, mientras que el otro, a su vez, responde a dicho estímulo.
Dominar esto es básico en nuestra tradición, pues las relaciones cordiales que procuramos con nuestros dioses no son diferentes a la que tendríamos con el más sabio y respetable de nuestros amigos.
Aquí los regalos no se dan por interés o para conseguir algo, más bien, son parte de las normas mínimas de cortesía, por lo tanto, las peticiones de ayuda o consejo van muy aparte.
En el cristianismo, por citar un ejemplo conocido, normalmente las ofrendas están relacionadas con la petición de un milagro o una señal divina, es parte de un proceso ritual donde no se construye una relación con la deidad, sino con su causa, sus esbirros o su iglesia, cosa muy diferente a lo que hacemos aquí.
Como Heathens, es importante que entendamos la naturaleza de las ofrendas que hacemos en nuestros rituales, pues el intercambio de energía que hace posible aquello que tanto anhelamos (o no) está más relacionado con nuestro Mægen, es decir, con la fuerza espiritual que impregnamos a cada cosa que hacemos, nuestra capacidad para visualizar objetivos, nuestro autoconocimiento y lo mejor de nosotros, que es nuestra capacidad de amar.
Ciclo de dar ofrendas, es el proceso de construcción constante de esa relación con lo divino.
No se trata de hacer un ritual aparatoso para conseguir algo o resultados inmediatos, sino de ofrecer buena voluntad y compromiso genuino a nuestros dioses.
Y es por esto que la ofrenda Heathen está tan íntimamente ligada al Mægen, porque el regalo que se da lleva parte de nuestra energía vital, no es solamente un objeto caro, un animal, la mejor vela del mercado o un enorme canasto con víveres; es algo que lleva nuestro tiempo, dedicación, devoción y amor, por sencillo que sea.
Cuando llega la Spēd, es decir, la dádiva divina, el milagro, si lo queremos ver así, es porque hay un vínculo poderoso que nos ha hecho acreedores a esa ayuda adicional, o bien, se abren nuevas oportunidades para obtener eso que tanto buscamos.
Nuestros dioses no son sordos, pero tampoco son nuestros sirvientes, así como nuestros amigos o familiares tampoco pueden estar disponibles todo el tiempo porque también tienen una vida.
Si lo que buscas es el esquema: ritual, sacrificio y milagro, este no es tu camino.
¿Cómo obtener lo que necesitamos con ayuda de nuestros dioses? Bueno, primero, gánate su respeto, trabaja las virtudes, se una mejor persona cada día en honor a ellos, se ese amigo que todos queremos.
Nuestros dioses no obtuvieron sus tesoros de la nada o con un chasquido de dedos, todo fue consecuencia de un enorme proceso de aprendizaje y sacrificios.
¿Por qué tendría que ser diferente con nosotros?
Para los del hemisferio norte, el otoño nos enseña muy bien el arte de dar y recibir.
Damos lo que hay en nuestro corazón, el resultado de nuestro arduo trabajo y aprendizajes.
Recibimos fuerza, inspiración, ideas, gente dispuesta a apostar por nosotros, un día más de vida, un don nuevo, un billete que rindió para todo un mandado aún en tiempos de inflación.
Esos son los regalos de nuestros dioses y siempre llevan implícito el compromiso de seguir creciendo.
En nuestra fe no fomentamos el conformismo ni las cosas rápidas.
Así que, cuando quieras hacer tu “hechizo animista, brosatru nórdico combinado con thursatru” que encontraste en la web para pedirle a los dioses que el amado te haga caso, primero pregúntate qué pasa contigo, qué te falta trabajar y porqué alguien debería ceder a tus caprichos y, más aún, qué tiene eso de relevante para los dioses.
Primero conoce la lealtad, aprende a quererte, y de paso, también analiza si la relación que quieres forjar con nuestros dioses no está contaminada por el condicionamiento cristiano de ofrenda-milagro.
Así no funcionan las cosas en este multiverso.
Mi consejo es que seamos más inteligentes emocionalmente a la hora de dar.
Desde el momento que vamos de visita a una casa, a un negocio o a cualquier lugar.
Observemos la atención que le damos al otro, la manera en que llegamos a la oficina y el tono que usamos.
Todo en nuestra Tradición Oðinnista, se basa en la cortesía, en practicarla y hacer que otros la respeten.
Eso hace la gente madura.
Por todo esto, aprovechemos el cambio de estación para formar relaciones auténticas y desinteresadas.
Respetemos la amistad y honremos nuestros vínculos con lo mejor que tengamos, ya lo demás es parte de aquello que logremos construir.
ᚷᚢᛏᚨᚾᛖ ᛃᛖᚱ ᚹᛖᛁᚺᚨᛁᛚᚨᚷ.
𐌲𐌿𐍄𐌰𐌽𐌴 𐌾𐌴𐌷 𐍅𐌴𐌹𐌷𐌰𐌹𐌻𐌰𐌲.
.
Selene Ortiz Vázquez.
ᛊᛖᛚᛖᚾᛖ ᛟᚱᛏᛁᛉ ᚢᚨᛉᚲᚢᛖᛉ
H.O.S.F.
ᚺ.ᛟ.ᛊ.ᚠ.
México.
ᛗᛖᚲᛊᛁᚲᛟ.