¿Cuáles son las normas que rigen al multiverso de la Tradición Odinista?

Hails jah Haila.

ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.

Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!

ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!.

Esta es una pregunta problemática porque, para contestarla, depende desde qué punto de vista estamos hablando. Evidentemente cada esfera del Yggdrasil tiene su código moral, sus normas, por lo tanto, es normal que existan choques culturales (en el mejor de los casos) cuando éstas interactúan entre sí.

 

Por ejemplo, lo que es válido para un Vanir, tal vez no lo sea tanto para un Aesir, pues los primeros ven las cosas desde los parámetros sinuosos de la naturaleza mientras que los otros apelan a un orden social en pos del equilibrio. Cada uno tiene sus puntos válidos y también otros que quizás no serán del agrado de todos.

 

¿Entonces qué está bien y qué está mal? cuando hablamos de maniqueísmo (luchas entre el bien y el mal) es necesario recordar que la mayoría de nosotros fue criado en un contexto cristiano donde los parámetros de comportamiento están muy bien ejemplificados con los mandamientos, además de una serie de normas exclusivas del culto en cuestión.

 

Nos hemos acostumbrado a tener una guía moral muy reducida y a culpar a otros (al diablo, por ejemplo) de las malas decisiones que tomamos; eso es lo que se rompe al entrar al heathendom y asumirnos como tales.En el Odinismo apelamos al sentido común y a la responsabilidad para crear nuestro sistema moral enfocado en Miðgard, porque es el mundo en que vivimos (aunque a veces traigamos la cabeza en algún otro).

 

Nuestra espiritualidad viene de varios pueblos germánicos que aprendieron a convivir y establecieron leyes comunitarias en pos de la armonía y el desarrollo. Pero las sociedades cambiaron, las necesidades también, y lo que antes era vigente se tuvo que adaptar al paso del tiempo o por nuevas formas de convivencia con los demás.

 

¿Todo vale? ¡por supuesto que no! hay cosas como las Nueve Virtudes que son un pilar moral básico aún vigente, analicen cada uno de esos conceptos y verán que corresponden a las necesidades básicas de cualquier sociedad actual. A los Odinistas nos interesa hacer las cosas con plena conciencia y sin buscar culpables cuando cometemos un error grave. Aquí es muy importante pagar las faltas en su justa medida, enmendar cada cosa que se hace de manera egoísta o incluso por desconocimiento, porque lo que buscamos es el equilibrio de las cosas.

 

¿Quiénes son los malos y los buenos? no hay tal cosa. La Tradición, según las fuentes que tenemos y los trabajos que se han hecho a partir de ellas, nos ha enseñado que todos los seres tienen sus claroscuros, por ello es que no se apela a la perfección, pero sí al aprendizaje y la retribución. Las fuerzas caóticas primigenias se comportan de cierta manera porque su función en el multiverso es esa, su naturaleza es así y tienen sus propias necesidades. De igual manera ocurre con los jotun, los elfos, los enanos y, por supuesto, los humanos. Aquí no hay adversarios como tal, solo enfoques que pueden coexistir o chocar sin que ello represente una lucha encarnizada entre el bien y el mal. Se lucha por ideales, no por ver quién es el más santo.

 

¿Quién nos regula entonces? nosotros mismos, nuestra coherencia. En mi caso, por ejemplo, soy monógama y creo profundamente en la responsabilidad afectiva. No veo con buenos ojos la promiscuidad, nunca en mi vida he probado estupefacientes ni fumado, y el alcohol solo lo restrinjo a celebraciones religiosas o solemnes. La misma rigidez aplico para la vestimenta, los colores que uso y otros detalles (no promuevo el culto a las marcas porque siento que la vanidad desmedida debilita al espíritu).

 

Mi código moral es severo pero es porque he encontrado en él un orden válido para mi vida como Odinista, no siempre fuí así, pero así lo he decidido porque me siento responsable de cada mensaje que emito, aunque sea no verbal, pero esto es PERSONAL. Ser Heathen no es hacer lo que te venga en gana, es hacerte responsable de tus decisiones, y eso mismo es lo que intento transmitir en mi persona, porque además de ser aprendiz de guðja, soy maestra de adolescentes en nivel preparatoria. Educar a las nuevas generaciones es parte de mis muchas responsabilidades.

 

Pasando a temas aún más complejos ¿qué clasificación tenemos los Oðinnistas en el campo filosófico de las religiones?No somos animistas. Si bien estamos conscientes de que todo tiene energía, una escoba vieja o un paraguas desechado no son un problema más allá de la basura que podamos generar con ellos una vez que no los ocupemos (consulten estos aspectos materiales del animismo).

 

Los Odinistas respetamos a los seres vivos, pero para nosotros no todo está vivo.Tampoco somos panteístas. Porque aquí no van conceptos como el Todo. Cada aspecto divino tiene una identidad, un plano existencial, una parte del multiverso del Yggdrasil, por ende, su relación e influencia no se limita a la voluntad de un solo dios supremo sino a la esfera de la que es parte y el papel que representa.

 

El Alfather, Odín, es una figura con mucha influencia en los nueve mundos, pero no los gobierna a todos, más bien, hay acuerdos con algunos y estos permiten la vida como la conocemos.Los Odinistas somos politeístas. Cada deidad tiene su esfera de acción y es invocada según estación del año o necesidad, no es que una deba regir sobre las demás. Aesir, Vanir y Jotuns tienen un lugar especial en nuestros altares, todos con la misma dignidad y respeto.

 

En el caso de los alvar, o los elfos, al estar íntimamente relacionados con las fuerzas de la naturaleza y ser emisarios o parte del séquito de varios dioses, se les muestra respeto y se asume su papel de subordinación ante tales deidades (digamos que pueden ser clasificados como ‘deidades menores’ pero el respeto que se les tiene es absoluto).

 

En muchas ocasiones se les invoca por auxilio.De esta forma creo que es posible comprender dónde estamos parados como Odinistas. Aquí lo único absoluto es el respeto a quienes hacen posible nuestra existencia. Nuestros dioses nos han brindado muchas lecciones a través de los textos donde subyace la Tradición, pero lo que aquí se enseña es a formar criterio, a ser razonables, a trabajar con objetivos y, ante todo, la disciplina.

 

Yo los invito a reflexionar sobre estos conceptos y, poco a poco, evolucionar a la siguiente etapa, que es la de formar comunidades saludables donde otros puedan sentirse libres de los fantasmas del monoteísmo que tanto nos han perjudicado. Aquí la libertad de la cual gozamos tiene un precio y ese no es otro que la responsabilidad que tenemos en cada cosa que decimos o hacemos.

Nosotros aprendemos de otros mundos, el conocimiento no está prohibido, consideramos parte de nuestras obligaciones adquirir todo lo que nuestra mente pueda procesar y de paso, realizamos el papel de mediadores e intérpretes, pues a final de cuentas esa es la función de esto que llamamos Miðgard.

 

Gutané Jér Weiháilag.
ᚷᚢᛏᚨᚾᛖ ᛃᛖᚱ ᚹᛖᛁᚺᚨᛁᛚᚨᚷ.
 
Selene Ortiz Vázquez.
ᛊᛖᛚᛖᚾᛖ ᛟᚱᛏᛁᛉ ᚢᚨᛉᚲᚢᛖᛉ
H.O.S.F.
ᚺ.ᛟ.ᛊ.ᚠ.
México.
ᛗᛖᚲᛊᛁᚲᛟ.